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Francisquelli contó los procesos en la formación de un nadador

El entrenador Nicolás Francisquelli, en el denominado espacio «Haciendo escuela», nos contó cuáles son los procesos por los que pasa un nadador desde que se inicia hasta que llega a la competición.

“Hay cuatro grandes estructuras dentro de lo que es la formación a largo plazo de un nadador, y la última etapa en la que se llega a la competición con el objetivo de ganar.

1.- Aprender a nadar

La natación como actividad puede comenzar a temprana edad, convengamos que como una actividad lúdica puede empezar una vez que cicatrizó el cordón umbilical, esto es la estimulación temprana. Es una etapa que se denomina preescolar que va de los 3 a los 5 años.

2.- Etapa de formación acuática

 Luego viene una franja entre los 6 y los 8 años, etapa que nosotros le llamamos formativa. Lo que buscamos allí es la formación acuática básica de iniciación. En esta instancia, el chico va a adquirir los primeros conceptos en cuanto a la técnica de nado, que tiene que ver con la adquisición de diferentes estilos, pero de forma global”, comentó.

3.- Aprender a entrenar

“Otra es la que va de los 9 y 11 años, a la que nosotros le llamamos de aprender a entrenar. Ahí el chico empieza a adquirir ciertas habilidades motrices un poco más exigentes que en la primera etapa y, en cuanto a lo técnico, se realizan ajustes con los que se busca que el nadador adquiera las habilidades de los cuatro estilos.

4.- Entrenar por entrenar

“Luego viene una franja de los 12 a los 16 años que se le llama entrenar por entrenar, en la que ya los objetivos son un poco más altos y las exigencias técnicas también. Ahí empezamos en la etapa de competencia con objetivos.

5.- Entrenar para competir

“Por último viene la etapa que nosotros la llamamos de entrenar para competir, desde los 15 a 16 años, que luego se suele subdividir a los 19 que se la denomina entrenar para ganar y ya estamos hablando de un proceso que se va acompañando con los resultados.

Viendo todo este proceso nos damos cuenta de que un niño está desde los 6 años que ya tiene una formación acuática suficiente para trabajar la técnica de cada uno de los estilos, hasta los 16 años en la que ya comienza una etapa de trabajo específico en función de sus aptitudes físicas y genéticas.

Han pasado 10 años para conseguir nuestro objetivo de disfrutar haciendo lo que más nos gusta y conseguir llegar a la punta de la pirámide. Y además  a estos 10 años de trabajo hay que añadir que estamos trabajando con niños que son diamantes que pulimos y que por tanto no vienen con defectos adquiridos a lo largo de su vida.

Ahora es cuando tenemos que pensar que un deportista adulto de una media de 30-40 años y que llega a la natación por su expectativa de poder tener un círculo de amigos, que puedan nadar alguna travesía o terminar un triatlón, no debe acelerar su proceso de entrenamiento buscando objetivos a corto plazo.

He leído en numerosas páginas que puedes realizar cursos de fines de semana para corregir tu técnica y que en pocos meses, aplicando sus consejos puedes mejorar 10, 20, 30″… cada 100 metros, eso es «COMPLICADO».

Para poder mejorar se necesitan muchas horas de técnica en piscina, para poder llegar a finalizar la pirámide y sobre todo disfrutar de cada entrenamiento, de cada travesía (cuando estés preparado) y buscar un solo objetivo: Mejorar lo que hiciste ayer. NADAMAS.