Leyendo un día el Diario de Ibiza me encontré este artículo que me emocionó. Yo tengo un absoluto respeto por todos los que se meten en las aguas del mar a conseguir un reto o simplemente a entrenar cada día durante todos el año, sin excusas del frío, medusas, o cualquier otra que muchas veces hemos oído en las piscinas.

Por eso en este artículo quiero compartir con vosotros la nota de prensa de 10 de junio de 2014, como homenaje a Montserrat, Juanjo y David. Los tres entrarán en la historia, David Meca como el primero que lo consiguió y por eso este reconocimiento, pero sin quitar ningún mérito a Montserrat y Juanjo y a todos aquell@s que lo sigan intentando en el futuro.

Tres nombres y un mismo reto

La travesía a nado entre la Península e Ibiza ha unido en la historia los nombres de los catalanes Montserrat Tresserras y David Meca junto al del ibicenco Juanjo Serra

10.06.2014 | 09:59

V. TORRES | IBIZA ­Juanjo Serra consiguió el pasado domingo entrar en la historia del deporte como el segundo hombre que logra cruzar a nado desde la Península a las Pitiusas. Antes lo intentó sin éxito en 1965 Montserrat Tresserras, pionera del reto, y el mediático David Meca, quien llegó a Sant Antoni nadando con un solo brazo y después de atravesar los terroríficos bancos de medusas. Sus tres nombres siempre irán unidos al de la natación por una gesta de dimensiones colosales.

10 de agosto de 1965

Montserrat Tresserras (La Garrotxa, 1930) es una auténtica leyenda de la natación en la modalidad de aguas abiertas, ya sea por sus éxitos o por sus fracasos. De hecho, fue la primera en partir a nado desde el Portitxol alicantino con la intención de llegar a Ibiza. Tenía la convicción de que, ataviada con unas gafas de motorista y sin neopreno, podía llegar sana y salva a la costa ibicenca.

Su peripecia comenzó un martes, era 10 de agosto de 1965. Antonio Martínez Crespo, un pescador jubilado natural de Denia, pensó que la historia tendría un final inminente, pero acabó acompañándola durante dos días «remando con otros cinco compañeros de oficio». Lo hicieron a bordo de la barcaza ´Calarredes 1´, desde donde trataban de seguir a una mujer rápida como un cohete.

No era en absoluto una nadadora inexperta en estas lides, no en vano, ya se había convertido en la primera mujer en atravesar el Estrecho de Gibraltar (1957), y había atravesado el Canal de la Mancha en ambos sentidos (1958 y 1961).

Salvador Losa y Antonio Bohigas le acompañaron –a cambio de una suma de dinero «que resultó ser una miseria»–. Estos dos entrenadores de natación, integrados en los programas franquistas que promovían el deporte bajo el epígrafe de Educación y Descanso, eran los organizadores del reto, y los que obligaron a la deportista a subir a la barca a nueve millas de la costa ibicenca por el fuerte viento y las corrientes adversas.

Las horas fueron pasando a medida que la sirena de Olot fue devorando millas náuticas con un hambre insaciable. Después de 55 horas de disputa contra los elementos, la creadora del reto acabó con la boca insensibilizada por la salinidad del mar. Más de dos días de nado donde trató de ingerir 6.500 calorías a base de líquidos. Una auténtica barbaridad.

Sin embargo, le obligaron a cancelar la misión cuando ya divisaba es Vedrà. Fue recibida como una auténtica heroína en el puerto de Vila: «Y eso que era de noche. Yo lo único que quería era llegar al hotel [Montesol], darme una ducha y descansar», recordó en una conversación con Diario de Ibiza. Después de esta primer intentona fallida, se prometió que tendría una nueva oportunidad, aunque nunca más volvió a zambullirse para tratar de conseguirlo.

22 de agosto de 1998

Juanjo Serra no había nacido cuando Montserrat Tresserras inventó una travesía que ha entrelazado sus vidas y ha escrito su historia con letras de oro en la historia del deporte. «No supe de ella hasta mucho más tarde, en los años 90. Escuché hablar de una mujer catalana que había venido nadando desde Jávea en los años 60. Me picó la curiosidad y tiré del hilo», asegura el ibicenco.

Tanto estiró de la cuerda el pitiuso que acabó llegando a un lugar inesperado: a ponerse delante de un objetivo sobre el cual ha pivotado su presente y ha marcado su futuro. Con la idea de completar la hazaña de la nadadora catalana, Serra partió el 22 de agosto de 1998 a las 6.45 horas desde el puerto de Denia.

La climatología era favorable a los intereses de un joven Serra: cielo despejado, mar en calma y una temperatura agradable en el agua. Todos los tripulantes a bordo de la embarcación ´Thai´ se quedaron asombrados por su potencia, ya que inició el recorrido a una velocidad media superior a las dos millas por hora.

El resto respondía al guión previsto hasta que, a las 13 horas, Juanjo Serra solicitó la presencia de Quico Cebellán, su masajista, para tratar de mitigar los dolores musculares que sufría en los brazos y la espalda. Continúo chapoteando sin parar, y el alba sorprendió a la expedición cuando cruzaban el ecuador del recorrido.

La cadencia de braceo comenzó a descender (de 72 a 50 brazadas por minuto). La climatología seguía siendo favorable. Pero, sobre las 13.30 horas, el cansancio y el hastío comenzaron a hacer mella en Juanjo Serra, que declinó los ofrecimientos de Nuria Villaverde, juez de la prueba, de subir a la barca y abandonar.

Después de varias horas más de esfuerzo llegaron las fuertes corrientes en contra. Un mar plano como el hielo se transformó en un monstruo que engullía esfuerzo. El sueño de Serra se esfumó después de 35 horas y 45 minutos de partir desde la Península y a seis millas náuticas de ses Bledes.

4 de enero de 2006

Cuatro décadas después de la intentona de Montserrat Tresserras, el catalán David Meca se lanzó al mar con la intención de convertirse en la primera persona en cubrir a nado la Península y las Pitiusas. Pocos más mediáticos y mejores que el de Sabadell, que se había proclamado campeón del mundo de 25 kilómetros de aguas abiertas en Montreal (Canadá).

Meca se enfrentó a un mar embravecido el 4 de enero de 2006 y lejos de achantarse imprimió un ritmo diabólico. Sus brazadas le impulsaban como un torbellino a una velocidad superior a 4 km/h. El esfuerzo obtuvo recompensa en la primera jornada y devoró los primeros 60 kilómetros en apenas 15 horas. Sobre las tres de la tarde comenzó a acusar el cansancio y llegaron los primeros vómitos. La noche llegó con Meca decidido a cumplir su objetivo. Pero el Mediterráneo es un duro adversario y no queda noqueado a la primera.

El mar se revolvió enfurecido y convirtió los últimos siete kilómetros de travesía en un auténtico vía crucis. Al cansancio físico y al frío se le unieron unos tremendos bancos de medusas. Meca nadó el último tramo del reto de su vida con un brazo después de sufrir una contractura en el hombro izquierdo.

Una treintena de botes escoltaron al nadador como una guardia pretoriana que no desea perderse el paseo triunfal de su emperador. Meca llegó destrozado a Sant Antoni después de 26 horas de un esfuerzo colosal contra los elementos. El deportista se convirtió en el primero en vencer en un cara a cara con el mar Mediterráneo, y un millar de pitiusos se lo reconocieron con una impresionante ovación a su llegada.

8 de junio de 2013

La tierra es un lugar para valientes. Algo así debió pensar Juanjo Serra para volver a afrontar una nueva odisea el 8 de junio de 2013 y emular así una vez más a Tresserras. Pero esta vez tampoco fue la vencida. Las corrientes y el viento que sopló con virulencia (hasta seis nudos) evitaron que el triatleta del CT Santa Eulària llegara con éxito a Ibiza. Así lo decidió a las 9 horas de partir de es Portitxol el patrón de la embarcación de seguimiento Pedro Pérez.

«El mal tiempo nos desbordó y tuve que sacarlo del agua. Fue un poco frustrante porque él estaba totalmente preparado físicamente para llegar», indicó el patrón, quien también acompañó a Serra en la versión más exitosa del Reto Azul.

9 de junio de 2014

VICENT TORRES / SANT JOSEP El nadador ibicenco Juanjo Serra ha entrado esta madrugada en la historia del deporte después de convertirse en el segundo hombre que consigue completar con éxito la travesía Jávea-Ibiza. El primero fue el catalán David Meca, quien lo logró en enero de 2006.

El artículo completo en:

http://www.diariodeibiza.es/deportes/2014/06/08/juanjo-serra-entra-historia-deporte/699292.html

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